viernes, 29 de enero de 2016

Olvidar

He observado en el cercanías como una pequeña gota recorría todo el cristal, para terminar desapareciendo entre tantas otras de su misma condición y entonces, he pensado que todo es efímero... Nada perdura para siempre, porque ni siquiera nuestra vida lo hace...

Invertimos demasiado tiempo en eso que Carlos Ruíz Zafón denomina "lo que nunca sucedió", nos preocupamos más por el "qué habría pasado" de haber escogido el otro camino que por disfrutar y aprender del elegido.

Somos inconformistas y muchas veces, sin quererlo, agonías, pesimistas... Y, sin embargo, olvidamos que no podemos repetir días, que los trenes no pasan dos veces, que ni los abrazos, ni las sonrisas, ni las miradas, que nada, joder, nada puede revivirse... Olvidamos precisamente eso, que todo, es efímero. 

Que todos querríamos ponernos de nuevo en nuestro propio pellejo para volver a vivir aquel momento, pero lo olvidamos y dejamos paso a todo aquello que no hicimos, a nuestras malas decisiones, a que todo lo malo sea lo único latente. 

Pensamos en aquellos que un día nos dieron la patada, preguntándonos qué hicimos mal para recibir aquel puntapié y mientras, obviamos que alguien sonríe porque estamos en su vida. Nos regocijamos en los errores, desmereciendo todas aquellas veces que logramos e incluso aquellas en las que nos levantamos. Nos creemos muchas veces inútiles, innecesarios; eludiendo que formamos parte de la felicidad de más de una y de dos personas. Llegamos a creer que nadie nos quiere y que estamos solos, mientras sorteamos cada gesto de aprecio... 

Olvidamos, olvidamos y volvemos a olvidar y que pena que sean las sonrisas, las risas, las miradas, los abrazos o los empujones para sacarnos del abismo lo que muchas veces olvidamos...

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