Cada uno de los "te quiero" que te digo
lleva implícito que aprendo, comparto y crezco contigo.
Que para mí eso es amar,
que me enseñes a querer lo que desprecio
y que conviertas cada defecto en virtud.
No necesito ningún 14 de febrero,
ningún aniversario,
ni ningún día señalado.
No necesito ningún anuncio que me recuerde que he de quererte
ni un regalo que me demuestre que tú lo haces.
No quiero ramos,
ni lazos,
ni bombones
Porque, si ahora te pido que definas "amor"
te quedarás pensando
sin saber qué responder
Pero estoy segura de que por tu cabeza
entre miles de momentos,
emociones y experiencias
no se encuentra nada que lleve
papel de regalo.
Así que olvida lo material,
mírame y
abrázame
cada día del año
y no un 14 de febrero.
(Porque la torácica es la única caja
que conoce de sentimientos)